Tratando de fabricar una verdad menos dolorosa

No es que no te siento,
ni que te paré de sentir.
Estas cosas surgen,
y ves, como ave rapaz en el cielo,
como tu mundo se te va,
se te fue,
al revés.

¿La verdad?
¿Quieres la verdad?
La realidad es que no la encuentro.
La busque en aquella caja de momentos,
aquella que contigo construí,
y la perdí.
O quizás la escondí.
No sé

La escondí debajo de mi cama.
Alado de todas las cosas respiradas,
alado de sonrisas desdichadas,
de canciones olvidadas,
de verdades menos dolorosas fabricadas.

Reclamo un dia de hijos e hijas

Todos tenemos nuestros días. El día de la mujer, el día de los presidentes muertos, el día de madres y el de padres, del maestro, del estudiante, de los abuelos, de los enfermos, de los santos, de las vírgenes, de las putas, de los trabajadores y de los esclavos;de TODO hay un día. Pero algo que surgió mientras andaba en misa es que no hay un día de hijos e hijas.

Todos somos hijos, todos nacimos de una madre, vivimos en las pelotas de nuestros padres y todos ganamos esa carrera hacia el ovario cuando apenas eramos unos espermatozoides en propulsión. Entonces pues, ¿por qué no nos otorgan un día? Sin los hijos los maestros no tendrían estudiantes, las madres y padres serian solo hijos, los santos no tuviesen a quien evangelizar y los trabajadores no tendrían por quien trabajar.

Si de algo yo sé es de ser hija. Yo, como todos los hijos en este mundo, he escuchado a mi madre gritar o quejarse. Yo he tenido que cumplir con mis tareas, he tenido que estudiar y valorar mi educación, y también he tenido que conformarme con que no me compren lo que quiero. Soy hija de profesión y no lo dejare de ser nunca. Entonces, ¿por qué no tengo un día en el cual me regalan flores o cosas y me feliciten por simplemente ser parte de este ciclo mundano?

Propongo un día de hijos e hijas en el cual no tengamos que hacer nada, que todo sea dado y que sean nuestros padres, los que sin nosotros no son nadie, los que nos halaguen con nuestra existencia.
Sin los hijos, el mundo no da vueltas. y con esto le deseo a todas las madres un feliz día y un cariño inmenso. Gracias. Amén.

soy pilla y ¿qué?

te robé.
como una frívola pilla,te robé.
y no me arrepiento del delito cometido;
y sé que tu también.
que estas tan feliz de estar conmigo
y de que te robé.
aquel octubre,
quizás septiembre,
no lo sé.
pero me di mi puesto de bandida,
falte a ese octavo mandamiento,
y te llevé,
entre miradas y punzadas,
a mi lado,
de la mano,
lejos de aquel vaivén.
Te robé.
y acabamos siendo
otro par de locos que no saben ni que hacer.
solo tú y yo;
"nadie más, nadie menos"