Despertó,
y ahí estaban.
las nauseas,
no cesaban.
"De nuevo esta mierda"
y se fue directo a la bañera.
Entre suspiros vómicos,
se paso la mano por los ojos
y se dijo
"No vuelvas Carmen,
no vuelvas--"
El whiskey exento excesivo de la noche anterior
va por el drenaje de su apartamento en Nueva York.
Nauseas, que van y vuelven como el amor en los veintes,
te dejan y te vuelven, trizas,
se te fueron las sonrisas.
Y con un enguaje e' boca
acabó.
"No más nauseas, por favor."
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